Hoy queremos hablarte acerca de cómo financiar la compra de una farmacia a través de las diferentes opciones de financiación disponibles que hay en el campo de las farmacias. Si estás pensando en comprar una botica para convertirte en el propietario de una oficina farmacéutica tienes que saber que existen diferentes maneras de financiación que debes conocer porque se trata de una operación importante a nivel económico.
Si quieres saber cómo financiar la compra de una farmacia, sigue leyendo este post en el que te descubriremos las mejores formas para lograrlo.
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Consejos previos al comprar una farmacia
Si eres una persona vinculada al sector de la farmacia y últimamente estás pensando en la posibilidad de convertirte en el dueño/a de una de ellas, tienes que saber que existen muchas formas de poder realizar dicha operativa.
Lo primero de todo es encontrar una agencia profesional donde puedas informarte para realizar dicha compra; nosotros te recomendamos comprar una farmacia con PlusFarma ya que se trata de una asesoría especializada en la compraventa de farmacias y que asesorará y apoyará en todo momento de este proceso.
Piensa que, comprar una farmacia no es una operativa rápida ni sencilla; se tienen que tener en cuenta muchos factores importantes como la financiación, la compra del inmueble, los impuestos, etcétera. Por eso, hacer esta transacción con agentes profesionales en el tema puede ser una opción muy recomendable.
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Tipos de financiación para poder comprar una farmacia
La compra de una farmacia es una operativa que comporta una gran inversión económica y, es por este motivo, los compradores deberán tener en cuenta qué método de financiación escoger para que la inversión sea la necesaria.
Lo más común es acudir a una entidad bancaria para poder solicitar un préstamo. Si quieres optar por esta opción tienes que saber que, por norma general, los bancos te solicitarán diferentes garantías para poder pedir la hipoteca y, además, los intereses de la misma suelen ser más elevados que si intentas comprar un piso o una vivienda. El motivo de ello es que, cuando te conceden este tipo de hipoteca, el banco también está arriesgando en tu negocio y, por tanto, procura tener una mayor garantía que en el caso de los bienes particulares.
Algunas de las garantías que te puede solicitar el banco para concederte este tipo de hipotecas es una garantía inmobiliaria como, por ejemplo, tu propia casa. También es habitual que valoren si el futuro propietario tiene a su nombre algunos productos financieros como acciones o depósitos ya que, de esta manera, se aseguran más la inversión.
También es cierto que, en los últimos años, muchas entidades no obligan a poner tu propia casa como aval sino que, lo más habitual, es que tengas que poner de aval tu propia farmacia para que, así, en caso de que el negocio no prospere, el banco pueda quedarse con dicho inmueble.
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Todo lo que necesitas para financiar una farmacia
Si quieres dar el paso y solicitar financiación bancaria para una farmacia tienes que saber que necesitarás 3 aspectos básicos para que la entidad valore tu solicitud. Son los siguientes:
1. Liquidez: es importante que no pretendas financiar el 100% de la compra de la farmacia sino que tengas dinero líquido para dar al inicio de la transacción, a modo de “entrada”. El importe que suelen prestar los bancos suele rondar el 70%, por tanto, será interesante que demuestres solvencia de forma personal.
2. Crédito destinado a mobiliario: se trata del crédito que la entidad financiera te concederá para que te conviertas en el propietario de los muebles que hay en la oficina.
3. Crédito inmobiliario: a diferencia del anterior, este es el préstamo que el banco te concederá para poder adquirir el local y que sea de tu propiedad.
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Otra opción son las cuentas de participación
También existe otro método perfecto para financiar una farmacia: las cuentas de participación. Se trata de un tipo de acuerdo que se lleva a cabo entre personas físicas y jurídicas y que incluye la creación de una cuenta con una aportación concreta de dinero.
Este será el dinero usado para poder comprar y comenzar con el negocio farmacéutico y, normalmente, suele estar invertido por una entidad o personalidad ajena al negocio. Por tanto, requiere de un pacto y de un acuerdo muy detallado para que ambas partes estén satisfechas con el resultado y con el reparto de beneficios.
Contar con una cuenta de participación es como contar con un inversor externo pero, en estos casos, es un producto totalmente ideal para el negocio de la farmacia. Es un contrato bilateral aunque también es cierto que al acuerdo se pueden incluir a nuevos inversores.
Al ser un acuerdo que se realiza fuera de una entidad financiera se considera como un “contrato privado” pero, de todas formas, es importante que siempre se firme y se pacte con expertos en el sector para que queden bien detalladas las obligaciones y los derechos de ambos bandos.
La persona que invierte el dinero se conoce con el nombre de “partícipe” y tiene el derecho a recibir una cierta cantidad del beneficio que se genere en la farmacia ya que sin su inversión el negocio no se hubiera podido llevar a cabo. El gestor, por su parte, es el titular y propietario de la farmacia, la persona que se beneficia de dicha inversión y que deberá rendirle cuentas al partícipe y repartirse con él los beneficios.
Si quieres conocer más sobre este tema te animamos a que leas nuestro blog de farmacias.